La Ley de Migración chilena data de 1975 y el flujo migratorio actual dista mucho del de hace apenas unos 5 años atrás.
Así que la discusión de un nuevo proyecto de Ley sobre la materia se hacía necesario ante un Estado pasivo frente al desproporcionado aumento del flujo migrante.
Chile convertido de ser un estado emigrante a un estado receptor, un país sin cifras exactas, 2 proyectos de ley engavetados en La Cámara de Diputados y sin una infraestructura institucional para enfrentar la nueva realidad.
Así que uno de los grandes desafíos del Gobierno fue una nueva legislación migratoria; el otro gran desafío es la modernización institucional del sistema de trámites.
En ambos casos se ha avanzado mucho, quedando pendiente la promulgación de La Ley, por parte del presidente de La República, la cual ya se encuentra en su fase legislativa final
En el proceso de modernización se han dado grandes pasos. Y aunque aún quedan muchas fallas por resolver, se espera que este nuevo marco normativo ayude a minimizar esas fallas.
Estamos muy atentos a la promulgación de la Ley que trae consigo en sus disposiciones transitorias un proceso de regularización para todas aquellas personas que entraron por paso habilitado y se encuentran de manera irregular por diferentes circunstancias.